Por Jordi Serrano-Pons, autor de Hacia el futuro de los hospitales
¿Cómo se transformarán los hospitales para responder a los retos de la sociedad? ¿Podrán los sistemas de salud adaptarse a la presión creciente de la demanda y a la escasez de recursos? ¿De qué forma la tecnología, la arquitectura y la ciencia del comportamiento redefinirán la atención médica?
Actualmente son numerosos los retos a los que debe enfrentarse el sector sanitario, un ámbito en el que las nuevas tecnologías junto con la inteligencia artificial y la gestión de millones de datos permitirán que vuelva a ser a un sector viable y sostenible.
Para ello, a continuación abordo los nueve roles que permitirán transformar las instituciones sanitarias en los hospitales del futuro:
1. Atención sanitaria basada en el valor.
Pasar de un modelo centrado en la actividad (medicina basada en la actividad), donde se premia la cantidad de actos médicos realizados, hacia un sistema orientado a los resultados de salud significativos para los pacientes. La ASBV promueve eficiencia, calidad, transparencia y sostenibilidad, al mismo tiempo que alinea los incentivos financieros con la mejora continua del sistema
2. Descentralización de los hospitales.
Frente a las hipercentralizaciones que generan ineficiencias en la atención, el futuro apunta hacia modelos de hospital sin paredes u hospital líquido. Esta descentralización permitiría aliviar la presión sobre las grandes infraestructuras, adaptarse al envejecimiento poblacional y acercar la atención donde más se necesita. También permitiría que los servicios de salud se acercaran más a las comunidades, facilitando el acceso y personalizando la atención según las necesidades locales de cada municipio o región.
3. Colaboración con la atención primaria.
Esta colaboración requiere interoperabilidad tecnológica, redefinición de roles profesionales y herramientas compartidas de planificación. En los HDF la integración de la atención hospitalaria con la AP asegura una continuidad en el cuidado del paciente, optimizando recursos y mejorando resultados de salud. Los llamados modelos de atención integrada permiten que profesionales de diferentes niveles trabajen conjuntamente, ofreciendo una atención más holística y centrada en el paciente.
4. Prevención en lugar de tratamiento.
Priorizar la prevención mediante la incentivación de hábitos saludables, chequeos regulares, vacunaciones y educación en salud puede reducir la incidencia de enfermedades y, en consecuencia, la carga sobre los sistemas hospitalarios. La atención preventiva es esencial para mantener a la población saludable y controlar los costos sanitarios.
5. Incorporación del paciente.
Involucrar a los pacientes en la toma de decisiones médicas aumenta su satisfacción y puede conducir a mejores resultados de salud. La toma de decisiones compartida permite que los pacientes comprendan mejor sus opciones de tratamiento y participen activamente en su propio cuidado.
6. Promoción de la equidad sanitaria.
Es necesario garantizar que todos los individuos, independientemente de su origen o estatus económico, tengan acceso a una atención de calidad.
7. Mayor transferencia tecnológica.
La figura de los especialistas en transferencia tecnológica es esencial para traducir la investigación biomédica en soluciones clínicas viables y escalables. Fortalecer la colaboración entre hospitales, centros de investigación y la industria es esencial para trasladar innovaciones desde el laboratorio hasta la práctica clínica. Las oficinas de transferencia tecnológica (OTT) desempeñan un papel crucial en este proceso, facilitando acuerdos de licencia, colaboraciones y la comercializción de nuevas tecnologías médicas.
8. Disminución del impacto ambiental.
Los hospitales del futuro no podrán ignorar su huella ambiental; desde el uso intensivo de energía hasta la generación de residuos clínicos, los centros sanitarios deben aplicar principios de sostenibilidad en su diseño, operación y aprovisionamiento. Estrategias como el uso de energía renovable, edificios inteligentes, optimización de rutas logísticas y compras verdes serán cada vez más decisivas y en pocos años una obligación y una imposición que ya se está detectando en múltiples licitaciones de los sistemas de salud públicos y no públicos.
9. Incorporación de la tecnología correcta.
Las estrategias de implementación tecnológica en los hospitales no siguen, en la mayoría de casos, una hoja de ruta sistemática. El llamado legacy heredado y la falta de inversión no permiten crear en muchos casos estas hojas de ruta. En los hospitales que siguen prácticas coherentes, sus acciones de búsqueda y evaluación suelen enmarcarse en prácticas coherentes de escaneo tecnológico y evaluación tecnológica. Los hospitales del futuro deberán adoptar esta hoja de ruta sistemática.
En todos estos potenciales roles se necesita mucha innovación tanto en procesos y tecnología pero también un cambio de mentalidad de todos los actores del ecosistema, desde los gestores sanitarios, los mismos sanitarios, los pacientes y, sobre todo, los políticos, un cambio de mentalidad que pasa por la mayor difusión del conocimiento basado en la ciencia, la máxima transparencia en resultados y la máxima colaboración posible entre todos los interesados. |
Jordi Serrano Pons
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