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Hacia una banca sostenible en México: rentabilidad con inclusión y responsabilidad
La banca mexicana enfrenta el reto de mantener su rentabilidad sin sacrificar inclusión, competencia ni sostenibilidad. El libro Normatividad Bancaria 2025, coordinado por José Antonio Quesada Palacios, analiza los cambios regulatorios y las estrategias necesarias para lograrlo.
24/10/2025

La banca mexicana es muy rentable y eficiente, sin embargo, para que sea sostenible se exige que esa rentabilidad no se dé a costa de la concentración, el bajo acceso o el sobreendeudamiento, sino que contribuya al desarrollo económico y social del país.

En consecuencia, se tienen los siguientes retos dentro de los más importantes:

Alta rentabilidad pero baja inclusión: gran parte de la población sigue fuera del sistema financiero.
Dependencia del crédito al consumo: más sensible a choques económicos y riesgo de sobreendeudamiento.
Alta concentración: pocos bancos dominan la mayor parte del mercado.
Digitalización desigual: avances en banca móvil, pero todavía con brechas importantes en zonas rurales.
Exposición a ciberfraudes: crecimiento del riesgo tecnológico.


Asimismo, ahora que ha habido cambios en las distintas autoridades hacendarias, es importante tener presente las regulaciones que mantengan la sostenibilidad del sector, de las cuales menciono, a algunas que me parecen las mas necesarias:

1. Regulación verde y climática
o Lineamientos de la CNBV y Banxico para integrar riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG/ESG) en la originación de créditos.
o Incentivos regulatorios (menores requerimientos de capital) para créditos sostenibles o proyectos de transición energética.
2. Competencia e inclusión
o Ampliar la banca abierta (open banking o finanzas abiertas) más allá de las fintech, obligando a bancos a compartir datos de manera segura para fomentar competencia.
o Normas para reducir costos de transferencias y servicios básicos, disminuyendo el uso de efectivo.
3. Prevención de sobreendeudamiento
o Reglas más estrictas en la originación de créditos al consumo, obligando a evaluar capacidad de pago real (no solo historial crediticio).
o Transparencia obligatoria en tasas y comisiones con comparadores estandarizados.
4. Ciberseguridad y fraude
o Reforzar la regulación publicada en 2024 sobre planes antifraude en bancos.
o Supervisión de resiliencia operativa digital: pruebas de ciberataques obligatorias (tipo stress tests).

Para ello, la banca deberia de tener en cuenta los siguientes movimientos estrategicos:
1. Diversificación de productos
o Pasar de enfocarse en consumo/tarjetas hacia financiamiento productivo (pymes, energías limpias, infraestructura).
2. Inclusión digital
o Expandir servicios móviles en zonas rurales con modelos de bajo costo (agentes corresponsales, billeteras digitales).
o Invertir en educación financiera digital para reducir brechas.
3. Sostenibilidad como eje
o Integrar métricas ESG en todos los niveles: créditos verdes, reportes de impacto, bonos sustentables.
4. Colaboración con fintechs
o Aprovechar el ecosistema fintech (pagos, microcréditos, seguros digitales) para ampliar el alcance.
5. Transparencia y confianza
o Publicar indicadores de inclusión, sostenibilidad y atención a usuarios.
o Reforzar el gobierno corporativo y la independencia de decisiones frente a intereses políticos.

Para que la banca mexicana sea sostenible necesita un nuevo balance: mantener rentabilidad, pero a través de mayor inclusión, competencia y sostenibilidad ambiental y digital. Reguladores y bancos deben mover juntos las piezas: los primeros con normas que incentiven, los segundos con estrategias que diversifiquen y fortalezcan la confianza.

Este cuadro permite mostrar que reguladores y bancos tienen que moverse en paralelo, cada uno con responsabilidades propias, pero convergiendo hacia el mismo objetivo: una banca más sostenible, competitiva e incluyente.

Es asi, que en el libro Normatividad Bancaria 2025 – Análisis y Perspectivas, coordinado por José Antonio Quesada Palacios, publicación reciente (abril–mayo de 2025) de LID Editorial Mexicana resulta altamente relevante para comprender los desafíos regulatorios del sistema financiero mexicano.

Lo más destacable del libro
• Ofrece un panorama histórico y contextual de cómo la regulación bancaria ha evolucionado en México, especialmente a raíz de la pandemia y la digitalización acelerada.
• Contiene análisis realizados por expertos acerca de las transformaciones impulsadas por la tecnología, regulación y la banca digital, incluyendo tendencias globales como IA en banca y prevención de lavado de dinero.
• Destaca por su enfoque práctico y propositivo, con una visión equilibrada entre rigurosidad académica y accesibilidad práctica, ideal para profesionales, autoridades y estudiantes.
• Hace énfasis en la importancia de modernizar el marco regulatorio, fomentando la colaboración entre reguladores, instituciones financieras y usuarios, para favorecer la seguridad sin obstaculizar la innovación.

¿Por qué es importante?

Este libro no solo documenta cómo la regulación ha respondido a eventos recientes (covid, banca fintech, seguridad financiera), sino que también ofrece una visión anticipada sobre hacia dónde debería evolucionar la normatividad para que México logre una banca más resiliente, inclusiva y digitalmente avanzada.

José Antonio Quesada Palacios


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