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La inteligencia artificial ha entrado en nuestras vidas y está transformando el mercado laboral a una velocidad sin precedentes, impulsando la automatización de procesos y redefiniendo la interacción entre empleados y tecnología. Este nuevo entorno exige una reevaluación profunda de las políticas de empleo y la formación profesional y la universitaria, adaptando los modelos tradicionales a las necesidades emergentes de un mundo cada vez más digitalizado. Es por ello por lo que debemos encontrar las claves y afrontar los retos necesarios que definan el trabajo en la nueva economía digital CLAVES PARA ENTENDER LA ERA DIGITAL Equilibrio entre trabajo presencial y a distancia. La rápida puesta en marcha de esta modalidad laboral, motivada por el COVID-19, ha dado paso a un nuevo modelo de trabajo donde se combina la presencialidad con el teletrabajo. La implantación de este modelo ha entrado de lleno en la negociación colectiva además de ser un importante argumento a la hora de ofertar un puesto de trabajo donde la conciliación y el tiempo libre, son factores determinantes. Formación y capacitación digital Si bien la parte salarial sigue siendo un factor clave en la búsqueda de empleo, las contrapartidas formativas son cada vez más valoradas por empresa y trabajador. Lejos queda el falso argumento de que la formación de los trabajadores facilita la fuga de talento, pues lo que de verdad tiene peso, es que una masa laboral bien formada mejora la competitividad de las empresas. Deslocalización del trabajo En pandemia, muchas empresas facilitaron a sus empleados trasladar su domicilio a una segunda residencia e incluso a otro país para seguir teletrabajando, lo cual consolidó un hub distribuido donde no importaba saber el “dónde” ni tampoco el “cuándo” consolidando a la vez la formula del trabajo por objetivos. Democratización de la tecnología Tanto los equipamientos como el software, son más baratos y versátiles. Cada vez más personas pueden acceder a servicios públicos gratuitos, puestos por las administraciones publicas mediante sedes electrónicas, a la utilización de redes públicas que facilitan la conectividad y ayudas como el Kit Digital para digitalizar a pymes y autónomos. Colaboración público-privada Instrumentos como las microcredenciales o los microcréditos, pueden facilitar la formación y optar a titulaciones oficiales que faciliten la empleabilidad. Buen ejemplo de ello es la labor de una entidad pública como la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE) que tiene establecidos convenios con grandes tecnológicas y ofrece entre otras las Becas Google Fundae o Becas IBM Fundae que permiten obtener certificados de capacitación profesional muy demandados y facilitadores para la empleabilidad. RETOS IRREMPLAZABLES Recualificación profesional de los trabajadores El principal reto para afrontar los desafíos de una economía digital parte del llamado reskilling y upskilling que forma parte de la esencia de este proceso de recualificación por el que deben pasar los trabajadores al desaparecer determinados puestos de trabajo y ser reemplazados por nuevas funciones donde la experiencia acumulada tal vez no es suficiente “per se”. Evolución de la negociación colectiva Evidentemente con la economía digital varían mucho las formas de trabajo convencionales y en la negociación de convenios colectivos van a ir potenciando factores como horas de formación o modos de trabajo hibrido. La introducción de la IA en los procesos productivos, demanda nuevas cláusulas en los convenios laborales que regulen el uso de algoritmos en la toma de decisiones y protejan a los trabajadores frente a la automatización. Implicación de la comunidad educativa con la empresa Se hace necesario reforzar los vínculos de la formación docente desde la base colegial e implicar a las empresas en labores de capacitación profesional orientada a conocer de cerca el mundo laboral pues en la mayoría de los casos, las formaciones universitarias están muy alejadas del mundo de la empresa Potenciación del apoyo público a iniciativas tecnológicas en el campo social La tecnología tiene herramientas suficientes para que cualquier solución soportada en sistemas de comunicaciones avanzados como redes 5G o 6G permitan, por ejemplo, que la telemedicina llegue a cualquier rincón de España. El cuidado de los mayores o la protección de la infancia, son otros campos que requieren atención y son los poderes públicos a través de las distintas AAPP las que deben financiar y apoyar iniciativas en este sentido. Integración de colectivos en riesgo en la economía digital Debemos potenciar que el uso y acceso a los procesos digitales alcancen de forma universal a aquellos colectivos que, por razones socioeconómicas, no tengan recursos suficientes para poder contratar servicios digitales o acceso a redes de comunicaciones de forma individual. Es en estos colectivos donde no podemos abrir una nueva brecha digital por falta de capacitación digital, algo imprescindible en aras a la empleabilidad. No olvidamos en este resumen el modelo de cibercotización, ya enunciado en las Recomendaciones del Pacto de Toledo, que busca que las empresas que implementen automatización contribuyan a los sistemas de protección social de manera proporcional mediante un impuesto o tasa. Esta medida permitiría mantener el equilibrio entre el progreso tecnológico y la seguridad laboral, evitando que la digitalización incremente la precariedad en ciertos sectores. El impacto de la IA en el futuro del trabajo es innegable. La clave para afrontar esta transformación radica en la capacidad de anticipación y adaptación, garantizando que el progreso tecnológico se traduzca en oportunidades y mejoras, en lugar de exclusión y desigualdad. La combinación de políticas públicas adecuadas, una educación enfocada en las demandas digitales y un compromiso empresarial con la equidad será esencial para construir un modelo de empleo sostenible en la era de la inteligencia artificial. SOBRE EL LIBRO En La IA y el trabajo en el futuro, el grupo de estudio creado en el think tank Cibercotizante analiza la transformación del trabajo en la era de la inteligencia artificial. Explican los efectos de herramientas como ChatGPT en el entorno profesional y cuál es su papel en la automatización de tareas, la redefinición de competencias y la evolución de los roles laborales. Una de sus claves es el concepto preguntas mejoradas: enunciados diseñados para optimizar la interacción con la IA y obtener información más relevante. A través de un enfoque riguroso, combina el potencial de la inteligencia artificial con el análisis crítico de sus autores. Además, los autores analizan cómo las respuestas generadas por estos sistemas pueden ser interpretadas y contrastadas con el conocimiento experto. Abordan cuestiones fundamentales sobre la incidencia de la IA en distintos sectores, su impacto en la toma de decisiones empresariales y los retos éticos que plantea su adopción. |
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