Para tener una visión general del potencial del impacto futuro de la biotecnología hay que entender las claves de su relevancia presente para el crecimiento económico, para la salud y para el bienestar del planeta.

1. La biotecnología está muy ligada al desarrollo y el crecimiento económico basado en la ciencia y la innovación y tiene una capacidad de generar valor añadido muy destacable. Las empresas biofarmacéuticas emergentes representan más del 70% del flujo de investigación lo que contribuye a la disponibilidad en mercado de medicamentos biológicos. Así, ocho de cada diez de los medicamentos más vendidos en el mundo y siete de cada diez en desarrollo son biotecnológicos. Asimismo, el sector biotecnológico lidera el esfuerzo en innovación ocupando los primeros puestos en Europa entre los sectores industriales líderes en intensidad en I+D+i.

2. El sector biotecnológico contribuye claramente al avance de la ciencia por lo que facilita el desarrollo de innovaciones que mejoran la salud y el bienestar. En Europa hemos observado en las últimas décadas un incremento considerable y creciente del sector biotecnológico en cuanto a producción científica y creación de patentes. Los fabricantes de medicamentos son los que más contribuyen a la inversión en investigación con más de 37 000 millones de euros. El sector ofrece 800 000 empleos directos y un excedente comercial de 109 400 millones de euros.

3. En España el sector sigue la misma línea de crecimiento habiéndose incrementado la producción de conocimiento científico en un 31% en la última década lo que la ha situado como la octava potencia mundial en producción científica en biotecnología y la quinta en un área tan prometedora como la de las terapias avanzadas. Esto supone casi el 3% de la producción científica mundial, que además es de excelencia y calidad puesto que uno de cada cuatro artículos figura en el 10% de los más citados en el mundo. Esta capacidad de producción científica también se aplica a las empresas que tienen la I+D en el centro de su modelo de negocio con un incremento de su producción científica en los últimos años.

4. El impacto del sector biotecnología en la salud es muy positivo y permite que nuestros niveles de salud y bienestar aumenten paulatinamente. El importante progreso en salud que se ha producido en Europa en las últimas décadas con una esperanza de vida al nacer que se ha incrementado en 3,3 años desde 2022 se debe en gran medida a los medicamentos biotecnológicos.

5. Gracias a la biotecnología se han logrado avances muy significativos en el tratamiento de enfermedades y se ha dado respuesta a situaciones de emergencia global. Se han erradicado enfermedades como la polio y la viruela y logrado cronificar una infección mortal, el sida. Asimismo, una nueva generación de antivirales ha lograd la curación en el 90% de los pacientes con hepatitis C. La autorización de la primera vacuna contra la Covid-19 se dio a los 9 meses de declararse el estado de alarma en España.

6. El desarrollo de la medicina del futuro va de la mano de la biotecnología. La Comisión Europea ha identificado cien innovaciones radicales que cambiarán el mundo y la biotecnología tiene un papel protagonista en muchas de estas innovaciones. Las terapias personalizadas o la inmunoterapia han mejorado drásticamente el pronóstico en ciertos tipos de cáncer, como los de mama, pulmón, colorrectal y urotelial. Las terapias avanzadas (génicas y celulares) están allanando el camino para nuevas terapias prometedoras. Y muchas compañías biotecnológicas trabajan en la búsqueda de marcadores y tratamientos para enfermedades que actualmente no tienen cura como el alzhéimer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o un gran número de enfermedades raras.

7. Con la biotecnología estamos siendo capaces de dejar atrás la medicina de talla única para pasar a la medicina de precisión o medicina individualizada molecular lo que supone un cambio de paradigma en la medicina. Con el avance en los conocimientos biológicos estamos cada vez entendiendo mejor la etiología de las enfermedades y el impacto del entorno en cada paciente. Al integrar en la medicina el conocimiento genómico, ambiental y de estilo de vida, estamos asistiendo a un cambio de paradigma en la forma de prestar asistencia sanitaria. En la oncología la medicina de precisión tiene una respuesta del 30% frente al 5% de los tratamientos tradicionales.

8. Además del impacto muy positivo en el desarrollo económico y en la salud del futuro, la biotecnología tiene un efecto muy positivo en el bienestar del planeta. No en vano el sector biotecnológico tiene una influencia directa en trece de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas que abarcan desde la salud, el empleo de calidad, la alimentación y la sostenibilidad de nuestros océanos hasta el agua limpia y las nuevas fuentes de energía.

9. La biotecnología está teniendo un impacto destacado en avanzar hacia la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición promoviendo una agricultura sostenible. Podemos afirmar que la biotecnología está transformando radicalmente la agricultura y la producción de alimentos. Los cultivos biotecnológicos han permitido una mayor resistencia a las plagas y a condiciones ambientales extremas, han evitado el uso intensivo del suelo preservando la biodiversidad, han reducido el consumo del agua y favorecido su gestión más sostenible y han contribuido a la disminución de las emisiones de GEI y de pesticidas en el aire. Así, los cultivos biotecnológicos han supuesto el ahorro de 183 millones de Ha de tierra reduciéndose el cociente de impacto ambiental en un 19%. La biotecnología también está contribuyendo a los alimentos del futuro generando nuevas e innovadoras de alimentos que incluyen micoproteínas, insectos, carne cultivada, espirulina y otras microalgas marinas.

10. La biotecnología está contribuyendo a hacer posible la transición verde con soluciones para combatir el cambio climático y sus efectos y garantizando un consumo y producción más sostenible. La biotecnología permite sustituir el uso de materiales de origen fósil por otros de base biológica como bioplásticos o biopesticidas; como consecuencia se reducen las emisiones de CO2 contribuyendo así a la acción por el clima. Asimismo, la biotecnología industrial ayuda a reducir la sobreextracción de recursos y a acelerar los esfuerzos para el uso responsable de los recursos medioambientales. Para lograr el consumo y la producción responsables las aplicaciones biotecnológicas permiten reutilizar materiales destinados a vertederos para crear nuevos productos, usar enzimas y otros productos biológicos para generar productos sostenibles y crear procesos ambientalmente racionales para gestionar los productos químicos.

Estas diez claves nos llevan a poder afirmar que estamos ante el siglo de la biotecnología denominada como Biorrevolución. Las nuevas capacidades biológicas tienen el potencial de provocar un cambio radical en las economías y las sociedades. En el ámbito de la salud humana se estima que el 45% de la carga actual de enfermedades en el mundo podría abordarse utilizando la ciencia que es concebible hoy en día. Estamos viviendo una nueva ola de innovación para tratar o prevenir enfermedades y mejoras en el desarrollo de fármacos. Con ello se podría reducir del 1 al 3% la carga total de enfermedades en las próximas dos décadas con el consiguiente efecto global en términos económicos de entre 500 000 y 1.3 billones de dólares.

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Ana Polanco y Elisa Díaz son autoras del libro Biotecnología, soluciones para la salud del futuro y el bienestar del planeta, perteneciente a la colección Health Tech dirigida por Santiago de Torres. Se trata de una obra que explora cómo la biotecnología está transformando nuestra salud, la medicina y la atención médica, al tiempo que contribuye a resolver algunos de los mayores desafíos ambientales y sociales de nuestro tiempo.

Es una lectura imprescindible que aborda la importancia de la divulgación científica y la participación ciudadana para acercar la biotecnología a la sociedad y hacer que los ciudadanos perciban los beneficios de las inversiones en investigación y desarrollo.