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Por: Luis Huete Autor de Construye tu sueño 2.0 (LID editorial) Las competencias son destrezas en el comportamiento que permiten resolver problemas en los ámbitos personales y profesionales. Es parte de lo que Juan Antonio Marina denominaría inteligencia resolutiva. La inteligencia que actúa resolviendo cosas. Si los conocimientos son saber de algo, las competencias son saber hacer ese algo. También las competencias pierden valor con el tiempo si no se invierte en su mejora. Uno de los modelos más utilizados sugiere la existencia de tres tipos de competencias. En el primero estarían aquellas competencias ligadas a la eficacia profesional, como pueden ser anticipar los cambios y las tendencias, la adaptabilidad y flexibilidad, la planificación, la resolución de problemas, la negociación, etc. El segundo tipo incluye las competencias de cohesión, que son las más ligadas a los temas de personas y sociales. En este eje aparecen las competencias de comunicación, credibilidad, trabajo en equipo, delegación, habilidad de entrenar a otros, etc. El tercer tipo de competencias son aquellas ligadas a la gestión de los recursos personales, y en él se engloban las competencias de gestión del tiempo, equilibrio entre profesional-privado, versatilidad, salud, gestión del estrés, motivación personal, energía y vitalidad, conocimiento propio, autocontrol, etc. Los tres tipos de competencias se interrelacionan y se potencian mutuamente. A una persona con una buena gestión de sus recursos personales le será fácil mejorar las competencias de cohesión. Sobre la base de estas es también muy probable que mejoren las competencias de eficacia. Lo contrario también ocurre. Una mala gestión de uno mismo siempre trae consecuencias negativas en las competencias de cohesión y de eficacia. Puede ser interesante, a la hora de confeccionar el relato personal, la identificación de las competencias que consideremos que puedan dar soporte a los objetivos y desafíos que nos hayamos planteado en cada etapa. Las competencias se desarrollan, como casi todo, por convicción y por repetición, y para mejorarlas resulta útil contar con una red de soporte como pueda ser un mentor, un coach, un entrenador personal, etc. Ya lo dice el proverbio africano: «Si quieres ir rápido ve solo; si por el contrario quieres ir lejos, ve acompañado». Una herramienta que se utiliza en muchas empresas para el desarrollo de competencias es el feedback 360º. Consiste en crear un diccionario de conductas en el que se desglosan las competencias que previamente la empresa ha elegido. Con el diccionario de conductas de cada competencia se obtiene una información de retorno preguntando a jefes, equipos, colegas, si ven en nosotros las conductas referidas a las competencias. Esa información se analiza y da lugar a un informe escrito que sirve para preparar las entrevistas en las que se nos hace llegar esa información de retorno en un formato que nos anime a proponernos mejorar. La evaluación 360º se debe utilizar para buscar oportunidades de desarrollo, y por eso no ha de ir unida a incentivos económicos. Los resultados deben permanecer confidenciales, para que el proceso se haga sin ruido ni interferencias ajenas al propósito de dotar a las personas de una herramienta de mejora personal en sus competencias. Ninguna de las competencias se mejora sin esfuerzo. Por eso, un libro, un seminario o un curso son solo el inicio. Las competencias se desarrollan con la práctica y la ayuda de un entrenador externo o, al menos, con un plan personal de mejora que cuente con objetivos, mediciones, metodología, etc. Las competencias son hábitos en el comportamiento, destrezas en el trabajo, que requieren de un proceso de gestación relativamente lento. El tiempo que supone medirlas y mejorarlas es una inversión para que esta parte de nuestro talento aumente su valor en el mercado. Construye tu sueño 2.0 Construye tu sueño 2.0 ofrece herramientas para convertir la vida personal y profesional en una realidad apasionante. El libro desvela con maestría las estrategias para lograr un verdadero progreso personal e integrar planos que suelen estar en conflicto: lo profesional y lo personal, el éxito y el logro, lo de hoy y lo de mañana. |
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